Feminicidio
Hay muchas personas que por fortuna se dedican a hacer una especie de arqueología feminista para desempolvar hechos, reconstruir vidas de mujeres olvidadas en la fosa del tiempo y tiradas en los márgenes de la historia. Mujeres de las que sabemos poco o nada, que nos precedieron, que vivieron contracorriente y que murieron en el intento en un mundo que las consideraba seres inferiores e incapaces.
El derecho romano, durante demasiados siglos, describía a las mujeres como fragilitas sexus, concepto a través del cual se incapacitaba jurídica y cívicamente a las mujeres. Imbecilitas, infirmas, humilitas, han sido expresiones aplicados en exceso y por demasiados años a acallar el talento del sexo femenino, al imbecillior sexus (el sexo más imbecil), que en realidad se la llega a concebir a la mujer como “algo deficiente y ocasional” El rosario de frases misóginas a lo largo del tiempo es casi lo de menos; lo más triste era toda la carga de dolor, frustración y de desprecio consciente o inconsciente que todo esto povocó y por desgracia sigue provocando.
Sin ir más lejos, a la ley del aborto de Gallardón me remito. Hombres decidiendo sobre el cuerpo de las mujeres. Hombres que consideran el cuerpo de la mujer como un contenedor donde se gestan sus hijos. Si es que esta ley está haciendo vigente a Moliere, que decía que las mujeres debían ser sufridas, castas, cuidadosas, benignas, piadosas, obedientes, calladas y recogidas. Y que ya se sabía: , “Mujer que sabe latín no puede tener buen fin”
Gracias a todas esas personas que bucean e investigan en la historia he conocido a Ana Mozart, más conocida como Nannerl. Y me parece de justicia hacer un pequeño esfuerzo más, un grano de arena más para que sea conocida. Cuando se habla de un músico superdotado…a todos nos viene a la cabeza su hermano Wolfgang Amadeus Mozart. Pues bien, él tenía una hermana mayor, también superdotada para la música.
Nannerl destacó como niña prodigio, y tenía, según cuentan críticas posteriores a conciertos ofrecidos por ambos,las mismas cualidades artísticas que su célebre hermano.
Silenciadas sus dotes y talento como intérprete, ocultadas y «utilizadas» sus obras por su padre en beneficio de la «campaña circense» que organizó alrededor de su pequeño hermano…..Esta injusta desproporción, casi la lleva a la locura…
El padre de ambos, músico de cámara, los educó a ambos desde muy niños en la música. Recorría la corte con dos niños virtuosos y compositores como si fueran monos de feria, un divertimento de la Corte. El padre al parecer, quiso hacer negocio y a una edad retiró a la hija de los conciertos, para centrarse sólo en el varón. La hija fue forzada a hacer una boda de conveniencia que no tuvieron en cuenta sus sentimientos.
Por algunas de sus cartas se sabe que siguió componiendo, y sobre todo que sufrió por no poder hacerlo como antes lo hacía. Las obras de su adolescencia , atribuidas al hermano, son al decir de algunos expertos de autoría más pobable de Nannerl que de Amadeus. Un pequeño juguete roto que acostumbrado desde niño al halago, necesitó de él toda su vida, de una manera enfermiza.
La mayoría de las mujeres compositoras de la época (incluso hasta el siglo XIX y XX) no firmaban sus obras y las dejaban en el anonimato,pues socialmente estaba muy mal visto que las mujeres «crearan o compusieran «.También se daba el caso de que publicaran las obras amparadas bajo la firma de algún varón,( la del padre, marido, hermano ) y así sus nombres y obras han desaparecido para siempre .
Lo peor es todo lo que con este arrinconamiento histórico la Humanidad entera ha perdido y pierde. No sólo se la ha privado de la aportación y el talante femenino, sino que se ha perpetuado injustamente unas relaciones empobrecidas y empobrecedoras, que dañan seriamente a señores y oprimidas.
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